“La dificultad de hablar es una expresión de la fragilidad. Es muy difícil expresarse, es muy difícil pronunciar palabras. A mí los actores no profesionales me emocionan mucho porque cuando filman tienen miedo. Los espectadores no lo saben, lo ven como sensibilidad, pero es miedo. Mientras ellos actúan un personaje están asustados, y eso en la pantalla toma la forma de una sensibilidad. Esa tensión crea algo que me conmueve muchísimo: la fragilidad humana que está en el lenguaje, en el habla.”